Memoria

|

Cunado transitamos un espacio público le confiamos el buen curso de nuestras acciones a la señalética, aquella especie de voz divina que puntea y orienta nuestras acciones cotidianas cuyo carácter imperativo es imposible de evadir.
Su lenguaje claro y su tono directo nos convencen al instante de que aquello que se nos ordena tiene que ineludiblemente ser para nuestro bien. Por eso confiamos en él, no lo dudamos.




Hoy interactuamos diariamente con diferentes lenguajes a los que le cedemos nuestra absoluta confianza. Confiamos en su claridad, en su efectividad, en su eficiencia, conocemos y nos hacemos conocer a través de estos lenguajes, pero no los entendemos.

Vivimos completamente desorientados, confiamos ciegamente en algo que en realidad ignoramos y estamos felices de ignorarlo.
Qué pasaría si tomáramos un lenguaje ignorado y hasta pensado para ser ignorado, pero que atraviesa lo cotidiano hasta convertirse en un imprescindible elemento fundamental de nuestra forma de conocer. No estamos hablando de otra cosa sino del Action Script. Qué pasaría si este lenguaje se colara dentro de una realidad más visible como la señalética? Nos daríamos cuenta de que en realidad dependemos de algo que ignoramos totalmente? O no lo ignoramos? Sabemos que lo ignoramos? No queremos saberlo?

Nos proponemos darle una mano al Action Script para que llegue a un publico más amplio, nos proponemos exponerlo a la masa y para eso nos servimos del transporte masivo y su señalética de lenguaje parejamente masivo.

En conclusión y retomando la pregunta que nos formulábamos hace un rato, nos damos cuenta de que en realidad dependemos de algo que ignoramos totalmente? O no lo ignoramos? Sabemos que lo ignoramos? Queremos saberlo?
No, la verdad es que a nadie le interesa mucho. Mejor que de esas cosas se ocupe otro. Nosotros o bien no las entendemos, o bien no sabemos lo que son.
Lo cierto es que están… pero no, no queremos saber.